LO BELLO DE LA NATURALEZA
A Virú no le falta lugar para el esparcimiento. Cuenta con las hermosas playas de Puerto Mori, Chao y Cerro Negro. Poco difundidas, pero muy concurridas los fines de semana de cada verano. Son preferidas por permanecer limpias y tranquilas.
Para los ecoturistas está el bosque de algarrobos de la comunidad de San José que merece rescatarlo, tanto por la necesidad de preservar la especie vegetal, como porque es el hábitat del cañan.
Adentrándose hacia el mar, desde puerto Morín, llegamos a las islas guañape, lugar habitado por los hermosos lobos marinos y discimíles aves guaneras que configuran un paisaje que no tiene mucho que envidiar a Paracas. Ahí se escribieron líneas de la historia peruana. Fue uno de los centros de producción guanera del norte peruano.
El objetivo de nuestro viaje es conocer en el valle de Chao la parcela demostrativa del Proyecto Especial Chavimochic, cerca a Huamanzaña, donde se ha instalado un campo fructícola con la finalidad de demostrar la viavilidad del desarrollo de la fruticultura en el valle con los fines de exportación y agroindustria.
Se dice que el desarrollo económico y financiero del sector agropecuario en América Latina depende en gran medida del Cambio en la políticas de comercialización, investigación y desarrollo de cultivos, estrategia que según sus mentores convertirán a corto plazo al agricultor en un pequeño empresario.
La alternativa de cambio para el sector agrícola en la región la Libertad, de incorporar nuevas tecnologias, novedosas técnicas de cultivo, viene ejecutando el Proyecto especial Chavimochic con la parcela demostrativa de Chao. Aquí se logran exitosos resultados gracias al uso del riego presurizado, fertilización adecuada, y una anticipada selección de semillas de gran calidad genética y agronómica.
Desplazándonos al sur de Trujillo por una conservada carretera Panamericana se aprecia en los valles de Chao, Virú y Moche las extensas áreas de mejoramiento y nuevas que beneficia la irrigación Chavimochic que, unida a las condiciones climáticas de la zona y al recurso hídrico permanente, ofrece garantías para desarrollar una agricultura intensiva y de alto rendimiento y, complementariamente establecer, centros de explotación avícola y ganadera en la región.
Mientras nuestro vehículo enrumba a prudente velocidad, pensamos en el cambio producido en la zona. En medio de arenales se incrementa el área agrícola con cultivos diversos como espárragos, tomate, frutales, gracias a Chavimochic, portentosa obra hidráulica que beneficia a los valles liberteños.
En medio de un implacable sol y en contraste con el medio, decenas de personas de rostro cretino, pero alegres, se dedican a cosechar los frutos que brinda la madre tierra, rostros que en silencio, pero con esperanza, se enrolan contratados para las faenas agrícolas, generando ingresos para el sostenimiento de sus respectivas familias que por lo general llegan a cinco miembros cada una.
Llegamos a Chao, un pueblo hasta hace una década inerte, casi sin vida, que el tiempo envolvía sin mayor esperanza, es ahora un distrito que recupera el tiempo y su identidad, un marcado movimiento económico donde el comercio y los servicios establecidos se multiplican dice a las claras bondades de Chavimochic, acaso sea como producto de las permanentes siembras y buenas cosechas que hace retomar a esta gente su verdadera vocación, o tal vez, la confianza casi ancestral de un pueblo milenario que retoma viejas costumbres agrícolas.
Los Incaicos
